La gran aventura de Puar

Este pasado domingo día 5 de junio, ocurrió una cosa que nuestros papis, nuestros tios -Mimi y Jordi- y nosotras NUNCA olvidaremos.

Puar es una gatita muy muy curiosa (como casi todos los gatos).  Y siempre está intentando descubrir cosas nuevas... ¡Y vaya si lo descubrió! Je, je, je

Mis papis habían hecho la limpieza general del piso -bueno más Saul porque Sira estaba liada en la cocina- y se quedó el cubo lleno del agua de fregar en el pasillo. Entonces Puar pensó: ¡Alá que guay cuantos colores! ¿Qué habrá dentro? Y la muy loca se tiró de cabeza al agua sucia con ¡frega suelos!

Imaginaros el cuadro: Una gatita bebé de 1 mes y medio, que todavía no se puede bañar, totalmente empapada y cubierta de producto tóxico... Así que no les quedó otra que bañarla super rápidamente y secarla todavía más rápidamente...

El cuadro era más o menos el siguiente:

Saul desmontando el altillo para encontrar la estufa... Y montar la estufa ¡en pleno junio! (y ponerla al máximo por primera vez en la vida...)

La manta térmica a tope y dentro de ella un cachorro de gato (yo no, Puar)

¡El piso era una sauna y estaban tooodos alteradísisisimos!

Y claro... puestos a bañar a una... bañar a la otra...

Así que yo también acabé en la bañera...

Sí, yo soy la de la última foto: en plena ducha. Puar no les dejó ni pensar en cámaras ni nada... no fuera a ser que le diera por lamerse y se intoxicara.